miércoles, 1 de noviembre de 2017

Círculo perfecto - contacto Jeep Compass




Tres años después de haber abandonado nuestro mercado, vuelve un renovado Compass con más argumentos que nunca, pese a irse a encuadrar en el segmento más difícil y competido de la actualidad: el de los SUV's compactos, con su tamaño de 440 centímetros. Poco a poco, esta medida se ha ido convirtiendo en el estándar al permitir diseños equilibrados, un tamaño aún aceptable para ciudad y una correcta relación entre espacio interior/maletero/tamaño exterior. En este caso, por ejemplo, le otorga un espacio para equipajes en la media del sector con 440 litros -casualmente repite  los dígitos de la longitud- aunque marca la diferencia por la amplia apertura de las puertas traseras, casi de 90 grados, dejando un buen espacio para acceder a la parte de atrás.



Dentro de su propia marca, también se instala en el justo término medio de la gama, exactamente entre el Renegade y el Cherokee, tomando atributos de uno y otro. Así, si estéticamente podría definirse como mini-Cherokee, está animado por los motores del pequeño de la casa que tan buen resultado está dando en el mercado.


Y es que la pertenencia al grupo FCA le ha sentado de maravilla a la marca americana. Han sabido modernizar su imagen manteniendo atributos como la parrilla de 7 aberturas o los pasos de rueda cuadrados que le confieren fortaleza, pero se ha potenciado la imagen de dinamismo con detalles como el techo en color negro... en temas estéticos, los italianos son unos maestros y aquí lo vuelven a demostrar. Pero donde también han sabido recolocar la marca es en su orientación al sector premium, con un cuidado de los interiores desconocido hasta ahora en los productos americanos.



Si el anterior Compass hacía gala de su rudeza y simplicidad -el espartano interior estaba construido por la Hyundai de hace 10 años, con lo que eso comportaba-, ahora destaca por una calidad que lo situa en el podium de su segmento, con plásticos de muy buen aspecto, suave tacto y acabados perfectos. La unidad probada -alta de gama-, contaba con el extra de los asientos de piel y el tapizado se ampliaba hasta los apoyabrazos de las puertas con un remate rojo anarajado en las costuras.



El cuadro de mandos ofrece una amplia pantalla que cubre todo el espacio entre las esferas; éstas, además, están situadas de forma que crea un ligero efecto 3D en la presentación, haciendo muy fácil y agradable a la vista su lectura.



Igualmente soberbia resulta la gran pantalla central del salpicadero -8 pulgadas-, con iconos de gran tamaño y que muestra un rápido funcionamiento; y mejor así, porque se eliminan los botones físicos en la mayoría de las funciones, relegándose éstos a los de climatización y de tipo de tracción situados más abajo. Los menús, son, por lo tanto, intuitivos, lo cual facilita su uso una vez en marcha; al menos, de las funciones principales, pues las menos usuales es mejor haberlas manipulado antes en parado. Ésto último no puede tomarse como una crítica al Jeep: siempre es de agradecer que tu coche se adapte lo máximo posible a tí y no al revés, pero cuantos más coches actuales conduzco más tengo la sensación de que, si quiero disfrutarlos a fondo, debo primero tomarme un tiempo para chafardear las múltiples opciones de que suelen hacer gala...




La versión probada montaba el motor 1.6, diesel, de 120 c.v. y cambio manual -preciso y de buen tacto, y con un sorprendente diseño de pelota de golf en el pomo-, pero existen otras versiones de 140 cv y 170 c.v. o con cambio automático de hasta 9 marchas. Al igual que en el Renegade (http://theredstig.blogspot.com.es/2016/08/el-tipo-duro-del-barrio-prueba-jeep.html), la conducción resulta sumamente placentera: los asientos son firmes, amplios y cómodos, la suspensión presenta un acertado equilibrio entre comodidad y buen comportamiento y el tacto del volante es inmejorable -aunque acusa una cierta indefinición alrededor del punto central para facilitar su uso off-road-, pero tiene un tacto sedoso que lo hace adictivo. Sorprende positivamente la buena visibilidad que ofrece su parabrisas, pues desde fuera parece que será peor por el aspecto deportivo del conjunto. Aquí le favorece la posición de conducción, muy cercana al parabrisas, aunque sin llegar a tener que "tocar mi nariz en tu pecera", como cantaban Juan Luis Guerra y 440.


Como decía, su tamaño le hace desenvolverse muy bien en el tráfico urbano: a los pocos segundos le has tomado la medida al coche y te desplazas de forma cómoda y, porqué no decirlo, con un punto de distinción, pues es difícil encontrarte con otro modelo de la marca en medio del maremágnum de SUV's que inundan las ciudades. Todo debe valorarse.

Quizás el punto más flojo del coche sea la sensación de potencia del motor. Por sus virtudes, cuesta identificarlo como diesel, pues ni vibra, ni suena al ralentí; sólo al acelerar te das cuenta de que suena distinto, y, en todo caso, el sonido es incluso agradable al oído. En los primeros instantes se hace un poco el remolón, pero enseguida la aguja sube de forma firme y continuada hasta la zona roja, sin que sea posible advertir baches de potencia. El tema es que está tan bien filtrado y se desliza con tanta suavidad que parece que corre menos de lo que lo hace en realidad, aunque los 1.500 kilos que pesa aquí sí se dejan notar. Personalmente diría que, si eres de los que le gusta sentirlo sobrado de fuerza, te decantaras por una versión con algunos caballos más, aunque estoy seguro de que ésta no defraudará a nadie y podrás disfrutar de un consumo medio realmente bajo -en concreto, 4,40 litros... nunca lo hubiera adivinado-.

Al tratarse de un recorrido urbano, no puedo opinar sobre sus cualidades trialeras, aunque es un Jeep y se le presuponen -como la valentía al acabar el servicio militar-. En cualquier caso, los casi 20 cm. libres hasta el suelo, los neumáticos mixtos y la forma de la parte inferior de los parachoques seguro que le permiten, como mínimo, afrontar con garantías cualquier pista por rota que esté. Y si lo quieres rudo de verdad, siempre tienes la versión Trailhawk, especialmente pensada para no cortarte ante ningún obstáculo.


En resumen, un vehículo con no pocas cualidades: dinámico, cómodo, ciertamente exclusivo, premium, capaz y con un precio más que razonable para su virtudes tanto fuera como dentro de la carretera... realmente cierra el círculo y crea un producto redondo. Puestos a sumarse al fenómeno SUV, que mejor que hacerlo a lomos de una marca mítica y que te asegura la diversión sobre cualquier superficie, verdad?.

En breve, más sensaciones al volante! para estar al día de este tipo de eventos de pruebas organizados por las marcas, no olvides apuntarte al grupo de Facebook Conduce Coches (https://www.facebook.com/groups/257961934604980/) y para seguir las pruebas que realizo a todo tipo de modelos, mi página personal (https://www.facebook.com/Theredstig/)

(vaya, ahora descubro que Compass, en inglés, no significa "compás" como en castellano, sino "brújula"... en fin, no dejaremos que la realidad nos cruja un buen juego de palabras, no?)



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